febrero 02, 2012

Super size me




Hace 8 años que se realizó este documental. Quizás, en aquel año, en España veíamos la obesidad como algo "muy americano". En España, un 63% de los hombres y un 45% de las mujeres tiene sobrepeso. En la población infantil española , el número de obesos se eleva al 45,2%, es decir, casi la mitad de los niños en España son obesos, según datos de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN).

Por eso, me parece interesante dejaros aquí este documental dirigido por Morgan Spurlock, el cual decidió someterse durante 30 días a una dieta en la que solo podía ingerir la comida que sirven en la cadena de restaurantes McDonald's. Además, redujo su ejercicio físico diario para adaptarse a los hábitos de actividad física imperante en ese momento en Estados Unidos. Los cambios que experimentó su cuerpo fueron realmente drásticos e iban desde un aumento de 11 kg de peso hasta variaciones en el humor, disfunción sexual, acumulación de grasa en el hígado y aumento de los niveles de colesterol sanguíneo.



Obviamente, nadie realiza sus tres comidas principales del día en restaurantes de comida rápida. También hay que señalar que la legislación alimentaria estadounidense, así como los hábitos de vida difieren de los imperantes en España, pero cada vez más, el modelo de vida europeo y americano se van asemejando en numerosos aspectos.

En realidad, los aspectos más impactantes e importantes, desde mi punto de vista, de este documental no tienen que ver con los cambios que sufre el cuerpo del señor Spurlock, si no con los datos que arrojan nutricionistas, médicos y otros profesionales sanitarios que son entrevistados, así como las cifras y estadísticas que el propio director nos da. 

Es evidente que la ingesta de comida rápida no es la causa de la pandemia de obesidad que se extiende por los países desarrollados, pero obviamente, una ingesta frecuente de este tipo de comida contribuye en el desarrollo de la obesidad y el sobrepeso. Nuestra sociedad ha ido abandonando progresivamente los hábitos dietéticos saludables de antaño, la llamada dieta mediterránea. Comemos cada vez más y gastamos cada vez menos energía. Por tanto, la principal causa del aumento de la obesidad ha sido un abandono progresivo de los hábitos de vida saludables (dieta sana y equilibrada y ejercicio físico). 




Los cambios sociales han conducido al aumento del consumo de comida rápida. La falta de tiempo para cocinar y la moda ha hecho que la sociedad considere a los restaurantes de comida rápida una buena opción para satisfacer sus necesidades alimentarias, por no hablar del precio. Sin embrago, es importantísimo concienciar a las personas de que comer sano no tiene por que ir asociado a pasarse horas cocinando, como hacían antes nuestras abuelas. Una ensalada nos lleva 5 minutos prepararla y es un plato sano y equilibrado si a las verduras les añadimos un alimento proteico (huevo, queso, atún) y las aliñamos con aceite de oliva. Lo mismo ocurre con los platos de pasta y verduras, las carnes y pescados a la plancha,  la paella, la tortilla de patatas y otros tantos platos típicos de la dieta mediterránea que hemos ido sustituyendo por pizzas, hamburguesas, alimentos precocinados ...



Ya os he hablado de los problemas que la obesidad y el sobrepeso llevan asociados ( http://theimportanceofbeinganaliment.blogspot.com/2011/12/la-obesidad-solo-conlleva-problemas.html), pero quiero destacar un dato muy importante. Ahora, que los gobiernos se preocupan tanto por recortar en gastos, es un buen momento de poner freno al gasto que la obesidad supone a la sanidad española, nada más y nada menos que 5.000 millones de euros al año.

Así que, ya que los gobiernos parecen no tener prisa por frenar esta pandemia, al menos pensemos en nuestra propia salud, en los numerosos problemas que acarrea la obesidad e intentemos ponerles freno, entre otras cosas, no abusando de la comida rápida, es decir, consumiendo este tipo de alimentos como mucho, una vez al mes.


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